miércoles, 31 de diciembre de 2008

La veille de l'année


Otra vez más estamos a 31 de diciembre. Llegará en breve el estrés, las ganas de presentar una mesa impecable para los invitados que tenemos en casa esta noche.

Todo el mundo tiene ilusión en esta noche, algunos dicen que es mágica, otros que sirve para empezar con buen pie. Yo, aun pecando de agorero, considero que es la noche más triste del año. Supuestamente todos hacemos balance de las cosas buenas y malas que nos han sucedido este año, de las personas que han aparecido en nuestras vidas, de las que se han ido, de las que han vuelto, en fin, creo que hoy se hace balance de todo lo no material que hemos acumulado a lo largo del año, pero al mismo tiempo se acaba otro año.

A mí me entristece, fue un año muy difícil para mí, aunque no lo parezca, todo mi mundo se cayó, y hubo algún momento en el que pensé que no saldría airoso de mis obstáculos. Me equivoqué. Hubo momentos en los que lloré y mucho, sobretodo recuerdo cuando a finales de enero, desde Francia me humillaron como en mi vida, hacia mucho que no lloraba casi dos horas sin parar. Mi proyecto se venía abajo, pero sobretodo, el que se vino abajo fui yo. Gracias al destino, la suerte o mi cabezonería, conseguí superar el bache gracias al apoyo de mi familia y de mis amigos, entre las que destacan mis cinco increíbles griegas y mi única amiga francesa.

La verdad que si bien el año fue difícil para mí, tanto por el hecho de los estudios, como de vivir en un país diferente, como de empezar a salir del armario con las personas de máxima confianza, he de reconocer que también he tenido muchas alegrías. Podría resumir el 2008 como el año viajero, porque me he recorrido media Europa, teniendo en cuenta que en un mes y pico terminaré mis estudios, y tendré que ponerme a trabajar. No existirán nunca más los veranos de tres meses de vacaciones.

En resumen, el 2008 fue un buen año, sólo el aspecto sentimental se me resiste. Al 2009 evidentemente no le voy a pedir encontrar el amor de mi vida, en verdad creo que es lo que peor me vendría en estos momentos, le pido algo que creo que es la base de todo: SALUD. Para mis abuelas sobretodo, puesto que aunque sé que a mejor no van a ir desgraciadamente, que se mantengan con salud, porque las quiero a mi lado.

También para mi familia, que aunque discutamos mucho los cinco, sin ellos mi vida sería infinitamente peor. Y por último, salud para mis amig@s, y toda la gente a la que aprecio, que si bien a veces no sé demostrarlo como debería, me desvivo por los míos, por tener detalles, por intentar animar cuando no están bien. No soy un santo, ni pretendo serlo. Soy un paranoico empedernido, y dentro de que no estoy orgulloso de ello, creo que si las personas se preocuparan más de las consecuencias que traen sus actos, todos nos veríamos beneficiados.

Feliz 2009!! Disfrutad de esta noche pero ante todo, empezad el año con buen pie!

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