martes, 25 de noviembre de 2008

Sabia pesadilla


Me desperté sobresaltado. Estaba sudando, y mi corazón no paraba de bombear a un ritmo frenético. Ya era la cuarta vez esta semana que soñaba lo mismo, y que me despertaba en medio de la noche para no volverme a dormir más. Fui al lavabo para lavarme la cara y beber un trago de agua, puesto que esta vez, todavía recordaba la pesadilla, y quería pensar en ella para intentar encontrar las formas de vencerla, de dejarla de tener miedo.

No puedo asegurar en que estación del año estábamos, ni siquiera la hora más o menos concreta del día puesto que estaba en un bosque demasiado frondoso incluso para adivinar si el sol estaba saliendo o poniéndose. Recuerdo que en medio del bosque, los árboles habían formado una especie de círculo. Eran 10 árboles, no lo olvidaré puesto que en cada uno de ellos había una foto de uno de mis amigos, con una fecha debajo, que ni por asomo era la de nacimiento de cada uno, puesto que eran fechas futuras.

Posteriormente, me fijaba en el centro de aquel macabro círculo, y había un pozo, algo extraño, puesto que por los alrededores no había ningún río, ni había ninguna población. Con mucho cuidado me acerqué a mirarlo, y me impactó la visión que tuve, puesto que no creo que fuese mi imaginación, pero al final, muy abajo, veía una luz. En un principio pensé que a lo mejor era un reflejo de la luz del día, después me volví a cerciorar de que no había ningún hueco entre el follaje de los arboles por el que pudiese entrar un rayo de sol.

Era mi sueño, así que creyéndome inmortal, baje por el lúgubre pozo, con idea de averiguar que había al fondo. Cuando por fin llegué abajo, había otra estancia totalmente circular, es más, idéntica a la formada por los árboles en la superficie, puesto que aquí había ahora 10 columnas en los lugares en los que previsiblemente estaban los troncos de los arboles. En el centro, la luz que yo veía desde arriba, era una pequeña hoguera, curioso que la estancia no tenía otra salida, y que el fuego se alimentaba de troncos, habría alguien ahí abajo?

Me dediqué a inspeccionar la estancia de manera minuciosa, y esta vez, talladas en cada columna, estaban las mismas fechas extrañas de arriba, pero con una diferencia, debajo de ellas aparecía una calavera. Los 2 primeros días me desperté en este momento de la pesadilla, suponiendo que significaba la fecha en la que cada uno de ellos moriría, sí, era la primera explicación que me vino a la cabeza.

Hasta que me di cuenta de que en algunos de los pilares, en vez de una calavera, había un símbolo que yo asemejé al de un sol. No recordaba a quien correspondía cada fecha, me empezaba a angustiar, debido al hecho de no saber salir de allí, puesto que aunque aparentemente fuese un sueño, no me estaba permitido volar para comprobar las identidades.

Me empezaba a desquiciar, ya no sabía qué hacer allí, no sabía cuánto tiempo llevaba dentro de aquel pozo, y lo peor de todo, es que no sabía cómo saldría de allí. No tenía ni hambre ni sed, y pude comprobar que los troncos no se consumían nunca. Cuando me fijaba en este hecho, pude ver una letra debajo de la pira, era una “A”.

Decidí mover los troncos para ver si debajo había alguna palabra o algún hueco por el que poder salir, pero al tocar los troncos, comenzaba a arder mi cuerpo, sintiendo un dolor indescriptible que me hizo despertar en ese momento las dos noches posteriores al inicio de mi pesadilla.

Ahora ya en la realidad, estuve pensando como sortear la siguiente noche el fuego abrasador, y se me ocurrió dormir esa noche con unos guantes, así que cuando llegué al mismo punto de las noches anteriores, pude mover sin problema los troncos ardiendo y leer la palabra que había en el fondo, “AMITIE”. Lo más sorprendente de todo fue que justo después de leerla, una cuerda bajó desde la superficie, y aún sin saber quién era la persona que me tendía una mano, no dudé en aferrarme a la cuerda y empezar a escalar. Al llegar arriba, vi a 5 personas que me resultaron familiares, 5 de mis amigos estaban allí. Se hizo la luz en mi cabeza justo en ese momento, por fin entendí lo que mi pesadilla pretendía enseñarme. Muchas personas pasaran por tu vida, de ellas, sólo algunas consideraras amigos, y dejaran una huella en ti, pero de esos a los que tu consideras amigos, sólo unos pocos estarán apoyándote y ayudándote a lo largo de tu vida, otros los perderás en el camino.

Tras haber comprendido el significado de mi sueño, ninguna noche posterior me desperté sobresaltado, es más, conseguía dormir de un tirón.

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