domingo, 23 de noviembre de 2008

Felicidades Piercing :D


Estuve pensando toda la tarde de ayer como comenzar a escribir acerca de aquello que pasó hace ya un año. Era un 22 de noviembre, y estaba yo en la que por aquel entonces ya comenzaba a sentir como Mi ciudad, cuando tras haber aburrido a mis conocidos, decidí cumplir uno de mis sueños adolescentes, y llevar a cabo la locura más importante hasta el momento.

Con mucho miedo, llamé al número de teléfono que previamente había encontrado por internet, con la idea de concertar una cita. El señor que me respondió, fue mucho más amable de lo que yo esperaba, debido a que me hablo despacio para que pudiera entenderlo, cosa no muy frecuente entre la población francesa. Le pregunté si lo hacían, pero sobre todo, mi única intención era pedir hora. Ciertamente, ya tuve en su día hora para hacérmelo, porque cuando me da la vena valiente, me atrevo a eso y mucho más, pero la otra vez, en el momento de la verdad, me dio miedo, tanto por el hecho de que una aguja fuese a atravesar mi lengua, como por el hecho de los problemas que acarrearía al llegar a casa. Sin más el señor me dijo que allí no era necesario tener cita previa, que por ejemplo esa tarde no tenía nada, que si quería que fuese en un momento y me lo hacía.

Llamé a mis amigas para contarles que me iba a hacer el piercing, se asustaron inicialmente, y de seguido intentaron persuadirme para esperar a hacérmelo cuando ellas estuvieran, si bien estaba seguro que lo único que intentarían sería quitarme la idea de hacérmelo.

Visto y no visto, así fue el momento que tanto temía. No me dolió nada, si bien si dio un poco de grima el momento en sí.

El día siguiente, mi lengua era como una patata, no era capaz ni de sacar la lengua, pero siguiendo los consejos que el señor me dio, a los 3 días ya hablaba normal y comenzaba a controlar el hecho de tener un extraño en mi lengua.

Las caras de mis amig@s cuando se fueron enterando, no se me olvidarán jamás. Muchos de ellos no esperaban una acción tal por mi parte, pero casi ninguno opino negativamente.

Hace ya un año, es una bobada, pero FELICIDADES!, no tanto por el hecho que significó el hacerse el piercing, sino todo aquello que conllevo indirectamente, puesto que me sirvió para cancelar un recuerdo anclado en el día 22, así como para darme cuenta de que oficialmente podía hacer con mi vida lo que quisiese.

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