domingo, 23 de noviembre de 2008

Querida Lorena


Querida Lorena:

Qué tal te va todo? La verdad que hace días que no sé de ti. Echo en falta las cartas que me mandabas el año pasado, todos los días esperaba ansioso el momento de ir a mi buzón para ver si había tenido ya la respuesta, para ver si había un sobre original en mi taquilla.

Cierto es que el año pasado, lo necesitaba mucho más al principio, necesitaba saber que estabais cerca, para afrontar el reto de comenzar a vivir en un país diferente al mío con un idioma que no dominaba para nada. Los días se sucedieron, y cada vez yo me encontraba más a gusto contándote mis cosas, tanto es así, que estuviste a punto de ser la primera en saber oficialmente que soy gay. Cosas del destino, la carta estaba escrita ya, pero termine cambiando el final, para no destronar a la que ostentaba el título de mejor amiga. El resto, ya lo sabes, estoy muy contento por ti, porque parece que las elecciones que vas haciendo, van teniendo resultados positivos, y orgulloso, ya no sólo por lo guapa que eres por fuera, sino por lo increíble que eres por dentro, escuchándome, intentando animarme cuando me dan mis bajones, aconsejándome cuando comienzan mis rayadas, en definitiva, siendo muy buena amiga.

Por aquí hoy ha nevado, y le ha seguido una tremenda tormenta, que ha impedido que saliera a dar una vuelta otro domingo más. Pero sin más, voy al grano. Se ha vuelto a conectar Miguel, prometo que ya no siento lo mismo por él, y lo digo en serio, pero echo en falta que me hable, que me diga cualquier bobada que me haga caer rendido a sus pies. Hace ya una semana de todo, y aunque creo que sigo siendo el chico de siempre, por lo menos ya tengo claro que por él no voy a sufrir más. Pocos como yo va a encontrar, pero lo que me ha demostrado, es que en la sociedad actual, y más explícitamente todavía en la sociedad gay, es más importante el número que todo lo demás, y prefiero anteponer mi orgullo antes que caer en los mecanismos a los que tanto he criticado. Volver a empezar, volver a intentar conocer más gente, para así tener amigos para salir de fiesta, me siento raro, puesto que lo más fácil sería acoplarme a la multitud española que hay aquí, pero me apetece hacer alguna amistad gay, más concretamente francesa, para seguir mi camino de aceptación.

Te puedes creer que ayer me propuse seriamente cambiarme de acera de nuevo? La verdad que la utopía duro poco tiempo, porque soy lo que soy, y te sonará extraño, pero cada vez me avergüenzo menos, al fin y al cabo, no hago mal a nadie (en todo caso, me hacen daño a mí). Si me hubieses oído hace dos años, cuando empecé a darme cuenta de que me atraían los chicos, ahora me darías un palmadita en la espalda, jamás pensé que llegaría a decir cosas de este tipo.

Espero como agua de mayo que llegue diciembre, vienen mi familia y algunos amigos a verme, me apetecería que tú vinieras también, pero por lo menos sé que te tengo al otro lado del ordenador. Aún con eso, yo también voy a casa en diciembre, y como está prometido, un día iré a Salamanca para verte, para seguir conociendo la ciudad, para intentar comer como una persona normal (es un reto) y como no, para salir de fiesta y pasármelo al menos tan bien como la primera y única vez que estuve en tu tierra.

Un besazo enorme, que te quiero un montón!

No hay comentarios: