lunes, 22 de marzo de 2010

Superficial


Desde que oyera esta palabra dedicada a mí, supe que me enfrentaría a mi pantalla para expresar los sentimientos que tuve. No sé si fue el hecho de que me aplicaran tal adjetivo, o más bien la persona que me lo atribuyó. Cierto, a veces la mejor manera de intentar caer bien es ser superficial y banal. Desgraciadamente, esto es imposible de hacer cuando tu interlocutor conoce sentimientos y sensaciones que ni tú mismo eres capaz de expresar de viva voz.

Este fue el caso. Me dolió, por la veracidad de sus palabras. Noté que me había vuelto a poner la máscara de falsedad, para intentar no ser herido, para intentar ocultar la persona que soy, sensible y frágil hasta la médula.

Me resultó todo extraño, no era mi mundo, era mi país, pero lo sentía lejano, distante. Tuve muchísimas sensaciones encontradas: ilusión por estar en Madrid, fascinación al escuchar español por todas partes, vergüenza por tener delante de mí a mi confidente, pero sobre todo tuve miedo, miedo a realmente formar parte del maldito cliché. Y así parece que fue en un principio.

La situación se terminó desarrollando de una forma totalmente imprevista. Quizás no fue la que yo ansiaba, no fue esa conversación alrededor de un buen tazón de café, pero evidentemente, encontré unos brazos que me hicieron vibrar. Y quizás, pero sólo quizás, esos brazos me infundieron la paz y el descanso que siento en mi cabeza, que me han hecho continuar dando pasos impensables hacia la meta de “mi” normalidad.

Lo sueños son para vivirlos
, creo que con esta frase resumo perfectamente el espíritu que encontré en ti. Supongo que entre flyers y bebidas, encontré las palabras clave para de una vez por todas recomponer la persona que soy, Jaime. Me resulta extraño decir que envidio esa sensación, la de estar bien con uno mismo, la de saber que si quieres te puedes comer el mundo. Es gracioso ver como lo que para mí, en mi cabeza, es un mundo de dificultades, para otros se convierte simplemente en su realidad. Eché en falta esa conversación, eché en falta saber más cosas de esa persona que sabe erizarme la piel cuando escribe. Me conformo con haber comprendido que las balas siempre pueden ser esquivadas, o en el último de los casos, que con las personas importantes a nuestro lado, podemos conseguir sanar las heridas.

El toque surrealista de mi estancia en Madrid, se lo llevó el hecho de enterarme que Lara Croft puede ser una musa de la moda para ciertas personas.

Ahora sólo me asalta una duda. Esto habrá servido para acercarnos, o supondrá el punto y final…

1 comentario:

Oscar dijo...

¿Superficial?
Todos nos colgamos alguna vez el adjetivo, por que es lo común y lo fácil para socializar. Pero no eres el chico q intentaba socializar en la calle, eres quien escribe cuando llega a casa. Así que... yo me quedo con la parte de ti que me estremece, y espero que algún día concilies mejor ambos mundos.

¿Y el final de nosotros?
Amar después de Amar
y
Ave Fénix
son dos textos que escribí pensando en cómo se puede pasar de ti a mi. El primero es tu mundo, el segundo el mío. Sin embargo yo viví en tu mundo y tu puedes vivir en el mío.
Ahora te toca escribir "Lost in Traslation" ;)